miércoles, 17 de marzo de 2010

Tema para debatir!!!

Hace unos días escribí el artículo que sigue, en la intención de responder algunas críticas, a mi juicio excesivamente reiteradas, que se formulan a Pino Solanas y Proyecto Sur. Ese trabajo recibió un aporte del amigo Manuel Gaggero que en gran medida hago mio, por esa razón hoy lo remito con su inclusión.
Luís Brunati

17/ 3 / 2010

¿Mayo se adelanta?

Por Luís Brunati

El país crispado

De diciembre a marzo, el país solía distenderse. El fin del período escolar, las colaciones de grado, las fiestas de fin de año, los meses de más calor, las vacaciones, los carnavales, etc. Sin embargo, para bien y para mal, ya nada es lo que era. Este verano comenzó temprano, pareció no dispuesto a dar tregua y según entiendo, seguirá recalentando. Pero veamos los antecedentes de esta entropía anunciada.

El 17 de julio de 2008, la TV mantuvo en vilo a una parte importante de la sociedad hasta las 4:25 de la madrugada, hora en la cual Cobos expresó su voto “no positivo”. El record histórico de espectadores para un programa político en ese horario, varios canales transmitiendo en vivo y simultáneo, además de la tensión que delataba la pantalla, iban generando la impresión de que no se trataba de un capítulo más de política espectáculo.

El vicepresidente, que fuera seleccionado cuidadosamente por los K para arrancarle un sector al radicalismo pocos meses atrás, estaba contra las cuerdas. Para el televidente, era posible leer la tensión, en los rostros de los senadores oficialistas, pero por celular alguien continuaba apretando, quizá en la idea que se podía repetir con el sanjuanino lo que anteriormente había realizado con otro vice: Daniel Scioli.

El resultado, por todos conocido, significó un durísimo revés para el poder ejecutivo. Sin embargo, lejos de serenar el juego, reconocer errores e imaginar alternativas para salir de la crisis, la decisión fue continuar tensando.

Práctica, reflexión y acción

La adversidad, aleccionadora cuando se la puede interpretar y asumir, pero que se torna más impiadosa con cada desaire, continuó acumulando descortesías.

La idea de continuar tensando, presionando, llevó a los K a redoblar apuestas, en una espiral cada vez más acelerada. En esa lógica, se fueron impulsando una tras otra, medidas de gobierno del más diverso cuño ideológico, en procura de un “batacazo” salvador. Con Cristina en el atril y Néstor en el guión sucesivamente fue anunciado el tren bala, la “nacionalización” de Aerolíneas, el adelantamiento de las elecciones, la “nacionalización” del fútbol, la ley de medios, el subsidio universal por hijo, “nacionalización” de las AFJP, fondo del Bicentenario y reforma “política” llegando a tal vértigo que hasta los propios representantes del oficialismo por momentos perdieron el paso. Proyecto Sur apoyó algunas de esas iniciativas por compartir su orientación, propuso modificaciones en otras y rechazó las que no podían ser de ningún modo compartidas, como fue el caso de la “Reforma Política”, iniciativa de neto corte conservador, que no tiene una coma de política, sólo procura eliminar adversarios y que logró su aprobación con votos de derecha. (1)

¿La idea será continuar de ese modo…? ¿No será conveniente detenerse, aunque más no sea mínimamente a evaluar y sacar conclusiones en lugar de continuar tensando…?

Génesis y devenir del peronismo

El peronismo nace de manera muy distinta en Capital Federal, provincia de Buenos Aires y las provincias industrializadas, en relación al resto de país. En el caso del primer sector, son la clase trabajadora, los radicales forjistas, sectores de la izquierda, socialistas y anarquistas, el nacionalismo popular e industrialista que se expresa en las fuerzas armadas y la fuerte incidencia de Evita. En las provincias no industrializadas y de estructura feudal son los viejos caudillos Conservadores, los que asumen la organización del nuevo movimiento. Esa realidad, que tiene una relativa incidencia en los primero seis años del gobierno de Perón, comienza hacerse más evidente frente a los prolegómenos de su segundo mandato y va adquirir una importancia creciente hacia 1973, por la crisis del petróleo, la progresiva desindustrialización y el formato del peronismo del pos-proceso, expresada en el desarrollo del espacio conservador en el PJ.

En ese marco entiendo que se inscribe el inimaginable espacio del senador Saadi, los sectores más venales del movimiento obrero, el ascenso de Menem, Bunge y Born, y lo que se podría denominar el PJ de la entrega, con la incorporación de Cavallo, Alsogaray y otros, sin dejar de mencionar la complicidad de ciertos sectores del “progresismo”.

Auque resulta obvio, se entiende oportuno recordar el aprovechamiento que hizo el menemismo de su origen peronista y la utilidad de lo que podríamos denominar “inercia de la cultural peronista” colocada al servicio de los intereses neocoloniales que recién hallan limite en la propia realidad hacia fines de 2001, momento en el cual las posibilidades de traición del PJ se acotan, o al menos, exigen agiornamiento. Quien percibe más nítidamente la necesidad de esos cambios es otro peronista del interior, Adolfo Rodríguez Saa, primero en incorporar gran parte de las asignaturas pendientes, (auditoría de la deuda externa, justicia social, reivindicación de las luchas de la “resistencia”, Madres de Plaza de Mayo, generación de trabajo, etc.), una formula que el PJ no resiste y es drásticamente recortada por falta de apoyo el 30 de diciembre de ese mismo año en Chapadmalal.

Querer ver en la militancia estudiantil de los K un antecedente revolucionario y pretender que ello prevalezca sobre el resto de su trayectoria, aunque posible, resulta algo aventurado. De lo que no se puede dudar en cambio, es del empeño colocado en aprovechar aquella parte de la historia, largamente soslayada. Una utilización a la cual la extraordinaria visión del viejo líder pretendió anticiparse al dejar al pueblo como su único heredero.

Sustentar al kirchnerismo

Cuatro argumentos predominantes, son utilizados para justificar y reclamar apoyo para el kirchnerismo y de paso cuestionar a quienes, como Proyecto Sur, aparecemos criticando y realizando propuestas que desbordan por izquierda al gobierno nacional. En otras palabras, las cuatro razones siguientes son las más utilizadas para decir que hay que hay que apoyar al gobierno y que, quienes se niegan a ello, “le hacen el juego a la derecha.”

1.-) Política K sobre derechos humanos.

2.-) Política Latino Americanista.

3.-) Kirchnerismo critico.

4.-) Montoneros. Romanticismo revolucionario.

Cada uno de estos argumentos y/o variaciones de ellos, son utilizados para justificar la necesidad de priorizar la continuidad y el desarrollo del kirchnerismo y se basan en aspectos que, teniendo un grado de razonabilidad, constituyen una distorsión forzada de la historia. (2)

Con respecto al punto 1, es necesario destacar la importancia de la derogación las leyes de punto final y obediencia debida, la prosecución de los juicios de verdad y justicia y todo lo que estas iniciativas han generado. Una cosa muy distinta es pretender ver allí una política integralmente progresista o evolutiva. En su visión y aprovechamiento del tema derecho humanos, el kirchnerismo se centra en un período de la historia, 1976 – 1983, y se especializa en los crímenes del terrorismo de estado, cometidos durante el “Proceso de Reorganización Nacional”. Este particular recorte de la historia supone, por un lado apropiar los beneficios de una reivindicación largamente anhelada por los organismos y la sociedad y por otro, la no modificación social, política y económica generada por la dictadura y su continuidad democrática, que encuentra sus limites en 2001 y especialmente en la jornadas de 19 y 20 de diciembre de ese año. Mirando desde esa perspectiva, cabría preguntar a quienes esgrimen este argumento, ¿No será hora de dejar de lado el argumento de lo mucho que han hecho los Kirchner por los derechos humanos y comenzar a pensar en lo mucho que han hecho los derechos humanos por los Kirchner…?

Algo parecido sucede con la invocación Latino Americanista para sustentar al kirchnerismo. En el caso de que lo fuera, ¿es justo y razonable argumentar exclusivamente en el beneficio para América Latina? ¿Que hay de nuestra soberanía política…? ¿No habrá que pensar también y prioritariamente en el sufrimiento de nuestro pueblo, que continúa pagando con su sed, su hambre y la hipoteca de su presente y futuro políticas de entrega…? ¿No es más lo que ha hecho América Latina para los K que los K por América Latina…?

Por su lado, el espacio del autodenominado kirchnerismo crítico crece a expensas del apoyo franco de otrora. A más de un alma noble, criterio sano y necesidad de trabajo, se le hace imposible compartir y mucho menos salir en defensa de actos que, como el enriquecimiento ilícito, los sobreprecios y los negocios personales, han dejado el plano de la excepcionalidad.

En relación a lo que se podría denominar “utilización simplista de la historia de Montoneros” y aunque no resulte sencillo realizar un análisis extremadamente sintético, sí se pueden realizar algunas consideraciones muy generales, para separar al menos la paja del trigo. En principio ubicaría la etapa más rica y valiosa de Montoneros entre su origen en la dictadura de Onganía, Levingston y Lanusse, (1966 – 1973) y bajo la conducción de Fernando Abal Medina, Carlos Gustavo Ramus y José Sabino Navarro. Durante esa etapa la “organización” funciona como una herramienta del Movimiento Nacional y pasa a ser una pieza clave en el anhelado retorno de Perón, pero una cosa muy distinta es lo que habría de suceder en democracia por su falta de capacidad para moverse en ese marco.

Otra cosa distinta es el período que inaugura, el asesinato del dirigente metalúrgico, José Ignacio Rucci, que marca con nitidez las diferencias que ya habían comenzado a insinuarse tiempo antes.

En la complejidad de ese tiempo, no cabe dudar del idealismo, abnegación y coherencia de muchos de sus cuadros superiores, periféricos y miembros de la JP , su organización de superficie. Sin embargo, sería extremadamente injusto pretender reivindicarla en masa, amparada en su condición de víctima del “proceso”. No es sólo por el asesinato de José Ignacio Rucci, el 25 de septiembre de 1973; hecho que divide a Montoneros dando cuenta del cuestionamiento de la propia estructura frente a decisión de sus jefes, también se debería agregar a ello muchos otros errores graves, sin olvidar su apoyo al menemismo.

Todas estas cuestiones, que podrían no haber estado claras durante la joven militancia de la pareja presidencial, resultan insoslayables a treinta años de distancia.

Vocación de helicóptero

Es de noche tarde, para salir a reclamar apoyo a Kirchner en beneficio de América Latina. Ni creo que América Latina esté pidiendo eso. Es indudable que si a cualquier de esas naciones se le presenta una opción extrema, Macri o Kirchner por ejemplo, no tendrían demasiado que pensar, pero ese tipo de planteo oculta un par de hechos elocuentes: que es el propio kirchenerismo quien se ha ocupado de imponer la idea de que a su izquierda solo hay una muralla de hormigón, además de colocar grandes esfuerzos e inversiones para que a la izquierda de esa pared, resulte casi imposible construir, con lo cual, actos de gobierno mediante, se parece más a una garantía extendida a favor de los intereses de siempre, que al más mínimo deseo de impulsar cambios.

Si alguien efectiva y honestamente cree en ellos, me parece bien que los esgrima. Otra cosa muy distinta es pretender taparnos la boca sosteniendo que Pino Solanas y Proyecto Sur le hacen el juego a la derecha; que Pino Solanas y Proyecto Sur se pasaron al enemigo; Que Pino Solanas y Proyecto Sur Mienten; Que Pino Solanas y Proyecto Sur no tienen proyecto. Hay demasiado De Vido, demasiado Cristóbal López, demasiado sobreprecio, demasiada invocación en vano de temas sagrados, demasiada autocracia, nervio crispado, negocio personal y enriquecimiento en la función pública, como para hacerse el distraído.

Yo apoyé y voté a los K en incluso guardé un cauteloso silencio cuando las cosas comenzaron a no gustarme, pero pasado un cierto límite, que probablemente para cada uno resulte distinto, continuar apoyando pasa a convertirse en complicidad. Quizá sea momento de aclarar que mi percepción de los hechos no pretende arrogarse el lugar de verdad revelada y mucho menos representar la opinión “oficial” de Proyecto Sur. Es simple y honestamente lo que siento y pienso.

Sea lo que sea que la señora presidenta y su esposo diputado estén pensando, Argentina necesita que Cristina Fernández de Kirchner cumpla su mandato constitucional y esto coloca a la oposición ante una responsabilidad adicional, velar por que así sea.

Luís Brunati 10 de marzo de 2010

(1) Al frente Para la Victoria ; se agregaron para su aprobación, numeroso votos de la derecha y centro derecha. 6 del Frente Cívico por Santiago; 3 de la Concertación ; 3 del Movimiento Popular Neuquino; 2 del Partido Renovador Salteño; 2 de la Corriente Peronista Federal (ex Unión-PRO); 2 de Unión Peronista (Beatriz Halack y Jorge Montoya, peronistas disidentes); uno del Peronista Federal (el periodista Arturo Heredia) y uno de Claudio Morgado (su compañera de bloque, Silvia Vázquez, votó en contra). Además, el Gobierno contabilizó el respaldo de bloques unipersonales como el cordobés ex radical Francisco Delich, el ex arista fueguino Leonardo Gorbacz; el peronista misionero Emilio Kakubur; el jujeño ex K Mario Martiarena; el catamarqueño Eduardo Pastoriza; la ex pattista Adriana Tomaz, la ex menemista Paola Spatola y el exmacrista Eduardo Lorenzo "Borocotó".

(2) Nota. En relación los antecedentes del matrimonio K, cabe consignar entre una enorme cantidad de hechos posibles, al menos los siguientes: apoyo irrestricto y saludo entusiasta a la privatización de YPF. Definición de Carlos Menem como el “mejor presidente de la historia” por su aporte al proceso privatizador. Posición refractaria al tema derechos humanos con anterioridad al 2003. Comentarios de la Presidenta, realizados el 21 de enero de 2010, en la sede de la Biblioteca Nacional.

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